Alkimia´s Music


domingo, 30 de noviembre de 2008

Ópera en el Siglo XX

La excepcional ópera Carmen de Bizet, fue la encargada del cambio hacia el arte veraz en 1875, donde el realismo se fue transformando en naturalismo. Esta ópera esta hecha en cuatro actos donde se muestra la vida cotidiana de unas trabajadoras de una fábrica de tabacos, contrabandistas gitanos, toreros y soldados. Todo con un sabor español, con danzas y conjuntos, deleitando a todos los antiwagnerianos.

En Italia Pietro Mascagni (1858-1945), convirtió un simple relato en un melodrama cotidiano en Caballería rusticana (1890), ópera en un acto. Al ser corta, acostumbraron ponerla en escena junto con Pagliacci (1892) de Ruggiero Leoncavallo (1858-1919), donde la voz del tenor en el papel de Canio es excepcional y toda la acción esta hecha en forma concisa utilizando las formas del bel canto dentro del drama naturalista. Este nuevo estilo se llamó en Italia como verismo y constituyó la ópera italiana del nuevo siglo.

Operas geniales que van más allá del verismo son compuestas por el compositor italiano Giacomo Puccini (1858-1924), nacido en Lucca, descendiente de músicos, fue influenciado luego de escuchar Aida de Verdi, e hizo un cambio de su vida y se dedicó a la composición. Sacó provecho de lo que aprendió con las óperas de Verdi y Wagner. Estudió con Amilcare Ponchielli y con la ayuda de Arrigo Boito y Giovanni Ricordi, estrenó su primera ópera La Villi. Aparecería después Manon Lescaut (1893), es una tragedia de pasión, con gran orquestación, utilizando el bel canto e incluyendo una complejidad psicológica.

En Inglaterra la ópera nacionalista no tuvo mucho acogida, ya que la aristocracia permanecía fiel a la ópera italiana y las clases medias consideraban que el teatro era inmoral. El nacionalismo inglés sólo se vio reflejado en adaptaciones de Henry Bishop (1786-1855), con Michael William Balfe (1808-1870) y con la primera ópera nacionalista romántica inglesa El rey Carlos II (1849) de George Alexander McFarren. Todo esto cambió con la fundación de D’Oyly Carte Opera Company, poniendo en escena óperas cómicas de W.S Gilbert (1836-1911) y Arthur Sullivan (1842-1900), combinación que resultó genial para el gusto de las clases medias de la época.

La ópera en Inglaterra también estuvo influenciada por Wagner como es el caso de The Wreckers (1906) de Ethel Smythe. A la vez existía una reacción contra Wagner como ejemplo las óperas de Ralph Vaugham Williams (1872-1958) y Gustav Holst (1874-1934).

El impresionismo en la ópera está representado por Claude Debussy (1862-1918), con su ópera Pelléas et Mélisande (1902), basada en una obra teatral de Maurice Maeterlick con música basada en pequeños motivos de color impresionista. Este colorido influencio a Béla Bartók (1881-1945), en su ópera El castillo de Barba Azul (1918) y otra versión de Paul Dukas (1965-1935) Ariadne et Barbe-Blue (1907).

Nocolai Rimsky Korsakov (1844-1908), maestro de Stravinsky, hizo óperas de cuentos populares rusos con colorido impresionista.

Musicales


Los musicales son una nueva forma musical llamada la comedia musical o musical, creación angloamericana y cuyo origen esta en Londres gracias a un gerente teatral llamado George Edwardes en la década de 1890. El énfasis está en las melodías pegadizas con bailes, coros, melodramas y mucho sentimentalismo. Compositores como Jerome kern, Richard Rodgers, Lorenz Hart, Oscar Hammerstein II y Cole Porter. Británicos como Noël Coward y Andrew Lloyd Webber fueron muy influenciados por los americanos.

Se abrió una gran brecha entre lo que era música seria y música para la diversión y algunos amantes de la ópera no aceptaban bien este nuevo género de la comedia musical.

Gershwin con su ópera popular Porgy and Bess (1935), llena de tradición afroamericana y West Side Story (1957) de Leonard Bernstein, hicieron que se respetara más la nueva forma musical dado el ato nivel que llegaron a tener.

Desde Purcell no hubo compositor británico que destacara hasta que llegó Benjamín Britten (1913-1976) con Peter Grimes (1945), seguido de su ópera cómica Albert Herring (1947) y de la tenebrosa ópera de cámara The turn of the Screw (1954). Inventó nuevas formas como la ópera de niños y la ópera de iglesia, llevando a la música inglesa a desarrollarse a un modernismo todavía tonal. Algunos compositores siguieron el camino trazado por Britten como Michael Tippet (1905-1998).

En Alemania se ha destacado en los últimos tiempos Aribert Reimann (n.1936) con Ein Tumspiel (1965), Melusine (1971), y King lear, vanguardista con una pincelada neo-romántica.

Como último compositor cabe mencionar a Jacob Lenz (1979), ópera de Wolfgang Rihm nacido en Karlsuhe en 1952, rompiendo con los tabúes modernistas e imprimiendo su propio estilo.

El teatro total, utilizando todos los avances tecnológicos existentes, es lo que predomina al igual que el uso de cualquier estilo ya sea romántico, dodecafónico, serialista, bel canto o declamatorio. Hay muchas tendencias diferentes y a todo se le da rienda suelta.

La tensión entre el público conservador y el teatro musical moderno, poco a poco se va reduciendo y se van poniendo al alcance de todo público obras diversas, aumentando el público tanto de la ópera tradicional como de las nuevas manifestaciones teatrales musicales.

Podemos concluir que la ópera no es un espejo de la vida, ni un intento por resumir canto, música instrumental, drama, texto, baile, luz, escenografía.

Todas las óperas aún las no muy gustadas por el público en general, reflejan un periodo histórico importante para nosotros. Así que cada vez que se abre el telón podemos disfrutar de un momento histórico que cobra vida y nos introduce en lo cómico, dramático, trágico realista o idealista.

Cuando surge un estilo de grandes escenarios con dramáticas interpretaciones, luego nace la simplicidad y comicidad, dando paso siempre a algo nuevo, al principio a veces rechazado, pero que luego surgiría como lo más espectacular.

Así es la historia de la ópera, una eterna interacción de ilusiones y realismo, tragedia y comedia, simplicidad y complicación.

En la actualidad tenemos una serie de avances tecnológicos que nos ayudan a presenciar impresionantes montajes y de componer óperas con nuevas tendencias musicales.

Sin embargo la temática siempre va estar llena de emociones humanas, manifestando el ser espiritual del hombre.

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